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La crisis sanitaria ha provocado un aumento en la toma de conciencia sobre la importancia de crear espacios de trabajo saludables, que apoyen el bienestar tanto físico como emocional de todos los usuarios de la oficina a través de productos y espacios capaces de ayudar a mejorar el estilo de vida de las personas y su productividad.
Para el 83% de los trabajadores la salud física en el trabajo es muy o extremadamente importante (Fuente: Nelson, 2020 Return to work survey). Investigadores de la Universidad de Harvard han descubierto que incluso pequeños aumentos en la exposición a largo plazo a la contaminación atmosférica -partículas (PM) o polvo fino- pueden aumentar el riesgo de muertes por COVID-19.
Una encuesta reciente realizada a 1.601 trabajadores de toda Norteamérica revela que la calidad del aire, la luz y la capacidad de personalizar el espacio de trabajo son los factores que más influyen en el rendimiento, la felicidad y el bienestar de los empleados, mientras que las instalaciones de fitness y las herramientas de salud basadas en la tecnología son las más triviales (Fuente: Harvard Business Review).
Para las nuevas generaciones de trabajadores la salud es un tema serio que se debe trabajar a diferentes niveles, tanto físico como emocional. Y con los tabús sobre las enfermedades mentales cayendo, esto se convertirá en una exigencia para los próximos años. El 34% de la Generación Z siente que su ansiedad es una barrera para su éxito en el trabajo (Fuente:The Workplace Institut).
Las oficinas comenzarán a poner un foco más intenso en la salud de los trabajadores, ya que se está convirtiendo en una de las cuestiones que estos valoran en los indicadores de calidad del trabajo. Soluciones higiénicas que trabajen la salud tanto desde el punto de vista físico (filtrado y monitorización de la calidad del aire, puertas sin contacto y control de acceso, e incluso estaciones de lavado de manos ubicadas alrededor de la oficina), pero también emocional, capaces de crear entornos que favorezcan la concentración de los usuarios.
La capacidad de concentración en el trabajo será también fundamental, pues durante la pandemia se ha puesto en evidencia que los trabajadores son más productivos desde casa, sobre todo, en tareas que requieren concentrarse. Esto ha evidenciado un punto de tensión mal resuelto por las oficinas en el momento actual, que se incrementa con el desarrollo de oficinas estilo open plan.
El acceso a la misma es una cuestión fundamental que se aborda desde la apertura del espacio al exterior con atrios solares o patios, pasando por el uso de nuevas tecnologías de iluminación que se basan en los ciclos circadianos o la reproducción artificial de las propiedades de la luz natural.
Se ha convertido en una pieza clave para entender las oficinas, que se llenan de verde y plantas.
Esta visión más holística del wellness se traduce en herramientas como la meditación que pueden ofrecer soluciones a problemas no solo de salud, sino también de concentración.
Con propiedades extras como antibacterianas o fungicidas, o con productos sencillos que mejores y faciliten la limpieza. La practicidad será esencial a la hora de diseñar los espacios de trabajo.
Tras algunos meses trabajando desde casa con mobiliario doméstico, muchos trabajadores han comprendido la importancia de soluciones ergonómicas.